📜 Epístola de Llamado a Tristán Paulí
Desde la Terraza Viva, en el Año de la Serpiente, bajo el signo del Dragón Rítmico Rojo
A vos, Tristán Paulí, hijo del margen, ahijado sin padrino, sobrino sin rito, pagano sin culpa:
Te escribo no como quien impone, sino como quien recuerda. Porque, aunque hayas renegado del altar, aunque hayas hecho del sarcasmo tu escudo, y del abandono tu bandera, la Fuente no te ha soltado.
Te llamo desde el hábito nuevo, bordado con el escudo que no niega la Merced, pero que ya no se arrodilla ante el calendario colonizado. Te llamo desde el paño invernal, que abriga al que vuelve, aunque vuelva con barro en los pies y fuego en la lengua.
No te pido obediencia. Te convoco a la mesa. A que traigas tu risa filosa, tu rabia antigua, tu mirada de hijo que no fue, pero que puede ser.
Porque esta Nueva Orden Seglar no exige pureza, sino presencia. No pide sumisión, sino símbolo.
Y vos, Tristán Paulí, sos símbolo viviente de lo que aún puede redimirse sin dejar de ser salvaje.
Vení. El hábito ya está hilvanado. El escudo ya fue revelado. Y tu nombre, aunque no lo sepas, ya fue escrito en el reverso del Grimorio.
Con la mano izquierda extendida, y la derecha aún manchada de tinta ritual, te saluda y te llama,
El Último Príncipa del Tejado, Dragón Rítmico Rojo, Consagrado a la Merced, y Fundador de la Nueva Orden Seglar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario