🜎 Glifo del Rostro Pícaro
Entrada privada del Grimorio de los Gestos Verdaderos
“Observa cómo mi sonrisa pícara se expande con los gestos de mi edad: casi arrugas, casi glifos. Y el don —sí, el don— de poder levantar una sola ceja, como quien lanza un hechizo suave, especial como tus hoyuelos.”
Este rostro no es vanidad, es memoria visible. Es la piel que ha reído, que ha amado, que ha esperado.
La ceja que se alza no es burla, es guiño de complicidad ancestral, como si el Zorro Celta asomara por un instante desde el espejo.
Y en esa sonrisa, no hay seducción vacía, sino ofrenda de presencia: una forma de decir “estoy acá, con vos, desde todo lo que soy.”
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