La Savonarola quedó firme, con el respaldo fijo y el león a la vista. Era funcional para escritorio, pero ahora será pieza de adorno y eventualmente sillón de recepción. Consulté el Tarot (Crowley, 10 de Bastos): la carta sugiere que mantener la rigidez actual puede volverse opresivo. El tallado original —visible hacia el comedor— representa mejor la transición que estoy ritualizando. Si hay que hacer un pequeño trabajo para devolverle su posición original, lo autorizo. Prefiero que la silla hable desde su historia, no desde su fuerza contenida. La talla del León hecha por vos quedará como un símbolo potente de fuerza oculto y muy simbólicamente mágica, solo para los pocos entendidos que la sepan curiosear.
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